Los antibióticos naturales, son una opción saludable de evitar infecciones y el consumo excesivo de medicamentos. El abuso de antibióticos perjudica la salud, altera la flora bacteriana, anula las defensas naturales y las bacterias se habitúan a ellos.
El consumo de antibióticos naturales fortalece el sistema inmune y pueden ser eficaces en muchas enfermedades comunes, aunque no sustituyen a los convencionales y no debemos utilizarlos cuando nuestro facultativo nos prescriba los convencionales.
A continuación te desvelamos cuáles son los mejores antibióticos naturales y cómo utilizarlos.
El ajo.- Es uno de los mejores antibióticos naturales, considerado un superalimento, una de sus propiedades es la antibacteriana sin alterar las bacterias beneficiosas gracias a su contenido en alicina y otros compuestos. Es más efectivo cuando se consume crudo, también se puede aplicar sobre la piel.
La cebolla.- Una de sus cualidades más apreciadas es que favorece la eliminación de toxinas gracias a su alto contenido en azufre. También es eficaz en la prevención y tratamiento de las infecciones respiratorias.
La miel.- Además de sus grandes propiedades nutricionales, tiene propiedades antisépticas, expectorantes, vigorizantes y cicatrizantes. Es uno de los mejores antibióticos naturales para prevenir un gran número de enfermedades como la gripe o el resfriado pero también utilizado por vía tópica sirve de pomada antibiótica para heridas.
Romero.- Con sus más de 40 principios antibacterianos y más de 20 antivíricos combate los agentes patógenos de enfermedades respiratorias e intestinales.
Jengibre.- Es un antibiótico selectivo, destruye los microorganismos malignos y fomenta los benignos como los de la flora intestinal. Es especialmente efectivo en las infecciones respiratorias e intestinales.
Equinácea. Esta planta medicinal fortalece el sistema inmunológico, previene infecciones y estimula la producción de linfocitos. También alivia inflamaciones de la piel, dolor de garganta y calma dolores digestivos y urinarios. Su consumo se puede realizar en infusiones, gotas o en otras presentaciones, pero no se recomienda su consumo para largas temporadas.
Propóleo.- Es uno de los mejores antibióticos naturales, se caracteriza por su alto contenido en bioflavonoides, aceites esenciales, oligoelementos y vitaminas. Las abejas lo utilizan para mantener limpia y estéril la colmena y protegerla de intrusos, nosotros la podemos utilizar para reducir el riesgo de padecer gripes, catarros y dolores de garganta, fortaleciendo nuestro sistema inmune y si lo utilizamos de forma tópica, es perfecto para las infecciones fungicidas y bacterianas.
Vitamina C.- Antioxidante natural, protege nuestro sistema inmune, elimina toxinas virus y bacterias.
Aceite esencial de orégano.- es un potente antibacteriano, es efectivo hasta con 25 tipos de bacterias, además nos ayuda a protegernos de los resfriados, de enfermedades intestinales y neutraliza el veneno de ciertos insectos. Su consumo puede ser vía oral 1 gota por la mañana y otra por la noche o vía tópica.
Té verde.- Su componente más importante, el epigalocatequinagalata, combate de una manera eficaz las bacterias orales, además elimina la retención de líquidos y se utiliza en dietas de adelgazamiento.
Semillas de pomelo.- Puedes obtenerlas dejando secar las semillas después de consumir el fruto, o bien comprarlas. Es un potente antimicrobiano capaz de destruir hongos, parásitos, bacterias y virus.
El agua de plata coloidal.- Se utilizaba como remedio antibacteriano antes de descubrirse los antibióticos convencionales, y se le reconoce capacidad para aniquilar gran cantidad de patógenos.
Otros antibióticos naturales menos conocidos son la hoja de olivo o el astrágalo, de origen chino, son antioxidantes, antiinflamatorios, tienen propiedades antimicrobianas y ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.
En todo caso, para no padecer ninguna enfermedad y mejorar nuestro sistema inmunológico, es importante llevar una vida activa y una dieta variada y equilibrada.