¿Cómo autoexplorar nuestros senos?

ssp

19 octubre 2020

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¿Cómo autoexplorar nuestros senos?

Estamos en la semana del día internacional del cáncer de mama y la mejor manera de prevenir esta enfermedad es mediante un diagnostico precoz, para ello la mujer debe conocer bien su cuerpo y así apreciar cualquier signo de alarma.

 

Basta con estar un poco atenta a cualquier cambio en los senos y si aprecias alguno, acudir con rapidez a tu médico.

 

La autoexploración puede efectuarse ante un espejo para apreciar cualquier cambio en el color y textura de los senos. Una vez observadas ambas mamas, el examen se completa con una palpación.

 

Autoexploración Mamaria:

 

  • La autoexploración debes realizarla tu misma todos los meses después de la regla, o si ya no la tienes, un día fijo de cada mes.
  • Colócate delante de un espejo con los brazos caídos y comprueba que sus mamas se mantienen con el tamaño y la forma de siempre, su piel es lisa y no tiene arrugas ni asperezas y que el borde inferior es regular.
  • Levanta los brazos lentamente hasta ponerlos verticales y observa si encuentras alguna diferencia notable entre ambos pechos (como depresiones de la piel) o en las axilas.
  • Con los brazos en alto gira tu cuerpo y comprueba que no hay alteraciones en el perfil de tus mamas.
  • Para proceder a la palpación, debes estar acostada. Imagínate que tu mama está dividida en cuatro partes o cuadrantes. Explora sucesivamente los cuatro cuadrantes de cada mama del modo siguiente.
  • Lado izquierdo: Tumbada en la cama, levanta el brazo izquierdo y pon la mano debajo de la cabeza y con la mano derecha y los dedos juntos y estirados, vete palpando sucesivamente los cuatro cuadrantes.
  • Lado derecho: Levanta el brazo derecho y con la mano izquierda reconoce los cuatro cuadrantes de su mama derecha. Explora las axilas detenidamente con las puntas de los dedos ligeramente curvados.

 

¿Qué estamos buscando?

 

  • Un bulto del tamaño de un guisante o una avellana (no tiene que ser doloroso). Una masa dura y densa, inmóvil al palparlo.
  • Anomalías asimétricas. Generalmente sólo aparecen en uno de los senos.
  • Pezón retraído (en una posición invertida a la normal).
  • Cambios en el color de la areola (la piel de tonalidad oscura que rodea al pezón).
  • Alteraciones en la textura de la piel de la mama (piel de naranja, rojeces, grietas).
  • Incremento del número de venas visibles en uno de los senos.
  • Asimetrías en el tamaño de las mamas.

 

Si observas algo extraño puedes realizarte una mamografía, aunque también existen otro tipo de pruebas no invasivas, como la ecografía que permite describir con mejor detalle estructuras intramamarias como los quistes y está indicada para mamas jóvenes o de alta densidad y la resonancia magnética que se utiliza como estudio complementario a las pruebas anteriores y para pacientes de alto riesgo.

 

Cuando se necesita realizar un estudio más preciso existen otras pruebas mínimamente invasivas que permiten diagnosticar con mayor exactitud, entre ellas están la Punción o Biopsia guiada por estereotaxia y la Biopsia por aspiración por vacio.

 

Esperamos que estos consejos te sean de utilidad y recuerda que siempre es mejor prevenir que curar.

 

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