El masaje linfático y otros consejos que te vamos a dar pueden ayudarte.
La trombosis es una enfermedad producida por coágulos que se forman en nuestro organismo, principalmente las extremidades, cuando parte de este coágulo se desprende y circula por nuestro torrente sanguíneo puede alojarse en algún órgano vital pudiendo producir graves lesiones.
Existen factores de riesgo que podremos paliar y otros que no, pero que nos deben mantener alerta para evitar f
Tenemos algunos factores externos, como son las enfermedades hereditarias que pueden acentuar la formación de coágulos, largos períodos de inactividad propiciados por lesiones o estancias hospitalarias, embarazos, que aumentan la presión en las venas de las piernas, tratamientos hormonales, ciertos tipos de cáncer o la edad.
Otros vienen derivados de nuestro estilo de vida o de los malos hábitos que vamos adquiriendo, como fumar, el sobrepeso o permanecer durante largos períodos sentado o tumbado.
Pero podemos prevenirlos siguiendo algunos consejos.
- Realizar periódicamente masajes linfáticos que favorecen la circulación de la linfa, mejora cuadros edematosos, inflamaciones y retenciones de líquidos orgánicos y el resultado es una mejora en la circulación de retorno, una depuración efectiva del organismo y una activación del sistema inmunológico.
- Mantener una actividad física regular, que favorezca el flujo sanguíneo, evitando en la manera de lo posible permanecer mucho tiempo sentados, si por nuestro trabajo o por cualquier otra causa no pudiéramos evitarlo es recomendable hacer estiramientos o movimientos de flexión con el pie y la pierna y procurar no cruzar las piernas durante mucho tiempo.
- Beber suficiente líquido, unos 2 litros diarios
- No fumar. Todos conocemos sus efectos nocivos, sus toxinas se van acumulando en el torrente sanguíneo reduciendo el oxígeno y haciendo la sangre más espesa.
- Mantener un peso saludable, el sobrepeso aumenta la presión que tienen que soportar las venas de las piernas y eleva el riesgo de sufrir un trombo.
- Evitar utilizar pendas muy ceñidas que no permitan una circulación sanguínea fluida y en cuanto a nuestros zapatos es preferible que sean planos.
- En casa podemos aplicarnos, en las extremidades, duchas alternas de agua fría y caliente que fortalecerán el tejido conectivo y mejorarán la circulación.
- Si tienes mala circulación se recomienda dormir con las piernas elevadas unos 20 centímetros por encima del corazón.
- Consumir alimentos ricos en vitamina C, aumentarán la producción de colágeno y elastina mejorando la elasticidad de las paredes de venas y arterias.
Y por último debes recordar que si tienes dolor persistente en las extremidades y no recuerdas ninguna causa que lo hubiera producido, un esguince, golpe, etc. Y tienes factores de riesgo que puedan propiciar un trombo, merece la pena que acudas a un especialista para que te valore.