¿Pueden curar los abrazos?

ssp

16 septiembre 2020

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¿Pueden curar los abrazos?

 

Los abrazos pueden mejorar nuestra salud, incluso pueden hacernos adelgazar ya que es un inhibidor del apetito.

 

Sabemos que por las actuales circunstancias, nos es muy difícil recibir  estás muestras de afecto pero como te explicaremos más adelante en el artículo los masajes pueden ser un buen sustitutivo de los mismos.

 

Según varios estudios los abrazos aumentan el nivel de oxitocina. La oxitocina  esta considerada como “ la hormona del amor”, es la hormona que una futura madre genera durante el embarazo y durante el parto y que favorece la relación de apego madre-hijo y lo mejor de todo es que no hace falta tomar un complemento alimenticio, lo único que hay que hacer es quererse.

 

Cuando nos enamoramos también generamos dosis elevadas de este neurotransmisor, perdemos el apetito pero nos encontramos plenos de energía, da la sensación que solo nos alimentamos de amor y eso nos es suficiente.

 

Según los expertos 3 abrazos diarios de unos 30 segundos aproximadamente serán nuestra mejor medicina, inhibirán nuestro apetito y reducirán la ansiedad.

 

Investigadores suecos estudiaron los efectos físicos de las caricias  llegando a curiosas conclusiones, descubrieron terminaciones nerviosas llamados “nervios CT” situados en zonas como la espalda y los antebrazos que cuando son estimulados ,  envían señales eléctricas a una pequeña zona del cerebro donde se activaban emociones positivas y mitigaban el dolor, los niños saben muy bien lo efectivo que es un buen abrazo cuando sienten dolor.

 

Según estos investigadores la caricia ideal, que generaría más oxitocina, debería realizarse con una presión moderada, a la temperatura del cuerpo y a una velocidad de 2,5 cm por segundo.

 

Pero como todo, lo poco gusta y lo mucho cansa, con las caricias ocurre lo mismo, por encima de los 80 segundos se empiezan a percibir como poco agradables.

 

Las personas que conviven y se abrazan habitualmente tienen mejor salud, pero que hay de los que no reciben caricias por encontrarse solos, pues investigadores canadienses sugieren que el masaje es el mejor sustitutivo en estos casos, han demostrado que un masaje semanal de unos 45 minutos aumentan el nivel de linfocitos, encargados de mejorar nuestro nivel inmunológico, desciende nuestro nivel de cortisol, nuestro ritmo cardiaco y nuestra presión arterial

 

Hay culturas que favorecen el contacto físico, como en el mundo árabe que se ve con normalidad que dos hombres paseen cogidos de la mano, en la tribu de los masais es costumbre dar la mano y acariciarse el antebrazo mientras están conversando o en la India que existe la costumbre de realizar masajes diarios a los bebes “el shantala” , durante sus primeras semanas, para estimular los sistemas circulatorio, respiratorio y digestivo.

 

Tarde o temprano recuperaremos otra vez la normalidad  y volveremos a poder demostrar nuestro afecto y con ello el efecto sanador de las caricias y los abrazos.

 

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